sábado, 28 de octubre de 2017

SOL ROJO 45: CATALUÑA

 

Como presentación de la revista Sol Rojo nº45, aquí es el artículo sobre Cataluña y como introducción  a éste transcribimos un fragmanto de un documento del PCE (m-l), el primer Partido que levantó la bandera del pensamiento mao en el Estado español, y que servirá con seguridad para aclarar más el origen e intereses de los Pujol y Cia.:
 
Tampoco se excluye que, a consecuencia del desarrollo desigual del capitalismo, núcleos burgueses que procedentes de la burguesía industrial no monopolista han logrado a través de los años, encumbrarse hasta las posiciones de la oligarquía financiera desde el punto de vista de su poder económico, salten a la arena política para forzar, apoyándose en su `nacionalismo´, su participación proporcional en el poder político de la monarquía. Este es el caso del grupo que encabeza Jordi Pujol en Cataluña y que tiene como centro Banca Catalana. Este grupo, con indudables tendencias pancatalanistas tiende a su expansión económica por el País Valenciano y Mallorca y financia actividades culturales y políticas destinadas a reivindicar la `gran Cataluña´ En la actualidad (principios de los años ochentas) intervienen activamente en los regateos que se llevan a cabo entre la gran burguesía catalana y el gobierno monarca-fascista y aspira a una `autonomía´al servicio de la Banca Catalana y del capital monopolístico catalán, sin salirse de los límites del centralismo monarca-fascista. Sus pretensiones son las de unificar en un gran partido a todas las tendencias de la gran burguesía catalana a fin de llegar a poder tener el peso político que Cataluña le corresponde… en Madrid”
(PCE (m-l). El problema de las nacionalidades en la perspectiva de la 
revolución española)


Situación internacional:
 
LA GRAN BURGUESÍA ESPAÑOLA Y CATALANA SON ENEMIGAS DEL PUEBLO CATALÁN: EL IMPERIALISMO ES EL ENEMIGO DE LOS PUEBLOS DEL MUNDO

Sólo ahora es evidente para todos que la burguesía nacional no aspira a liberar a `su pueblo del yugo nacional, sino a la libertad de extraer de él ganancias, a la libertad de conservar sus propios privilegios y capitales. Sólo ahora está claro que la liberación de las nacionalidades oprimidas es inconcebible sin romper con el imperialismo, sin derrocar a la burguesía de las nacionalidades oprimidas, sin que el Poder pase a las masas trabajadoras de estas nacionalidades. (…)
De este modo, la Revolución de Octubre, al acabar con el viejo movimiento burgués de liberación nacional inauguró la era de un nuevo movimiento, del movimiento socialista de los obreros y campesinos de las nacionalidades oprimidas, dirigido contra toda opresión-y, por consiguiente, también contra toda opresión nacional, contra el Poder de la burguesía, de la `propias y de la extraña, contra todo imperialismo en general” (Stalin. La revolución de Octubre y la cuestión nacional. 1918)

En los últimos años se han producido grandes movilizaciones de masas en Cataluña, millones de personas han participado en este movimiento de masas dirigido por la burguesía catalana. Demostrando una vez más la debilidad del imperialismo español, de su profunda crisis política, económica y moral.
A partir de 2011 se suceden masivas movilizaciones en todo el Estado, la manifestación del 15 de mayo de Madrid será el origen del Movimiento 15-M. Junto a la lenta desmovilización de lo que fue el 15-M, en Cataluña la movilización por la independencia de Cataluña se ha mantenido durante todos estos años. En este tiempo el pueblo catalán no ha cesado de luchar y así se han sucedido las huelgas, movilizaciones contra el desmantelamiento de la sanidad, de la educación pública, contra los recortes sociales, en defensa del catalán, contra los desahucios, luchas que se han dado conjuntas con el movimiento independentista.

En algunos casos la radicalidad de estas movilizaciones han llegado incluso a tomar la forma de guerrilla urbana, como en la huelga de universitarios de febrero de 2012 o en la huelga general del 29-M de 2013.
Hay que destacar que las luchas de las masas por sus reivindicaciones han ido en paralelo a la lucha por la independencia y no siempre juntas. Que el movimiento obrero en su mayor parte ha estado al margen de la movilización independentista. Un ejemplo ha sido la huelga general del día 3 de octubre, donde las fuerzas independentistas portaban banderas independentistas catalanas mientras que en los bloques obreros de los sindicatos convocantes (CGT, CNT) no se veía ninguna bandera catalana. Huelga que contó con dos convocatorias, la de los sindicatos CGT, CNT y la de los representantes de la aristocracia obrera
(CC.OO. y UGT) junto a empresarios catalanes, llamada “huelga del país”. El proletariado también existe en Cataluña, aunque a los revisionistas y la burguesía les pese.

¿Quién dirige el movimiento independentista?

La dirección del movimiento independentista catalán está en las manos de los representantes de la gran burguesía catalana. Son los mismos que participaron en la elaboración de la Constitución española de 1978 (Miquel Roca por parte del Pacte Democràtic per Catalunya), los mismos que llevan pactando y sosteniendo a los distintos gobiernos centrales del PSOE o del PP. Los mismos que han aplicado todo tipo de recortes, y no hay que olvidar que los recortes comenzaron en Cataluña, incluso antes que en el resto del Estado, de la mano de Convergencia Democrática de Catalunya. Conocemos lo que ha hecho la Convergencia de Pujol y Mas, por ejemplo destruyendo la sanidad catalana e imponiéndole una estructura mafiosa al servicio de sus "negocios", o sobreexplotando a los inmigrantes en las falsas cooperativas de la industria cárnica de Vic.
La corrupción de Convergencia es tan escandalosa que obliga al cambio de nombre del Partido (Convergencia se convirtió en el actual Partit Demòcrata Europeu Català, cuyas siglas son PdeCAT.) y a que el proceso independentista aparezca como dirigido por organizaciones ciudadanas (ANC i Òmnium) y no por políticos.

En las movilizaciones de estos años las organizaciones independentistas no han hecho ningún esfuerzo para movilizar a la inmigración clásica y aún menos a la más reciente. La Generalitat, gobernada por las fuerzas independentistas, incumpliendo incluso las resoluciones del Parlamento catalán en este aspecto, se ha negado a desobedecer el Estado y ha aplicado sistemáticamente las leyes del Estado español (la tan nefasta y criticada Ley de Extranjería) a los más de 1.000.000 de residentes extranjeros que viven y trabajan
en Cataluña. Seguramente porque no tienen derecho al voto, y por tanto no cuentan para los políticos burgueses, porque la burguesía catalana, como todas, es racista y xenófoba, y también porque es consciente de que llevar a la lucha política a lo más hondo de la clase obrera es un problema para la burguesía catalana, y para todas, como ya ha ocurrido en otros momentos de la historia de Cataluña.

La catadura moral de estos individuos se ha demostrado tras el referéndum, las masas han dado la cara, se han enfrentado a la policía del viejo Estado, se han contabilizado casi 1000 heridos que han requerido ingreso hospitalario, para que Puigdemont, Presidente de la Generalitat, ante la ofensiva del Estado español, el aislamiento internacional, se desdiga, muestre su falta de agallas, no proclame el nuevo Estado catalán y llame a negociar.

De la Candidatura de Unidad Popular (CUP), los llamados anti-sistema por la prensa del gran burguesía, están cumpliendo el papel de embellecer el “Procés”, creando falsas ilusiones al pueblo catalán y conteniendo las movilizaciones de las masas. Así es recurrente el discurso del camino pacífico y la no-violencia.

El camino del referéndum

En las elecciones para el Parlamento de la autonomía catalana del 27 de septiembre de 2016 el frente independentista (PdeCAT y la CUP) presentaron estas elecciones como un plebiscito y un sustituto del referéndum negado por el Estado Español. Los resultados dieron una mayoría parlamentaria al bloque independentista, sin embargo no se proclamó la independencia, sino que se aprobaba vía parlamento catalán un itinerario, que tras un referéndum, y los suficientes votos en favor de la independencia, se proclamaría la República catalana. El referéndum ya se ha realizado y el gobierno catalán se ha saltado su propia Ley al no proclamar el nacimiento de un Estado catalán en los plazos fijados por la ley que ellos mismos aprobaron.
Los motivos de esta marcha atrás y vuelta a pedir un diálogo no son ningún misterio. El movimiento independentista al servicio de la gran burguesía catalana ha tratado por todos los medios de encontrar apoyo en otros imperialismos, incluido el apoyo del sionismo. Frente a un Estado miembro de la OTAN, el español,
que no va a permitir la independencia de una parte de su territorio y que cuenta con un ejército moderno, sin el apoyo de ningún otro imperialismo, el único camino que le queda a la burguesía catalana es organizar a las masas y armarlas, y la gran, la mediana y pequeña burguesía temen más al mar armado de masas que a ninguna otra cosa.

El papel del revisionismo

Los revisionistas han usado unas cuantas citas de Lenin y Stalin para atacar sus posiciones y las del MCI sobre la cuestión nacional, para justificar su alineamiento con la burguesía catalana y su trabajo de poner a la clase obrera detrás de su burguesía.

Tanto Lenin, Stalin y el Presidente Mao, son muy claros. Con la I Guerra Mundial y la Revolución de Octubre se abre una nueva era para la humanidad, la de la Revolución Proletaria Mundial. El imperialismo, “reacción en toda línea” (Lenin), ya no va a permitir ninguna nueva revolución burguesa, el único camino para las colonias y las semicolonias es la revolución de Nueva Democracia dirigida por el proletariado. Si antes, en la etapa de libre competencia, todo movimiento de liberación nacional era revolucionario, pues se desarrollaba aplastando el feudalismo, tras la Revolución de Octubre: De lo que se trata es de apoyar los movimientos nacionales encaminados a debilitar el imperialismo, a derrocarlo y no a reforzarlo y mantenerlo. Hay casos en que los movimientos nacionales de determinados países oprimidos chocan con los intereses del desarrollo del movimiento proletario.” (Stalin).En Cataluña la burguesía ha buscado con empeño un Estado catalán en una alianza con el imperialismo, con el único objetivo de crear una Cataluña imperialista de tercer orden, en alianza con una superpotencia o potencia imperialista, como plataforma para las grandes empresas catalanas dentro del reparto del mundo que se está dando.

La gran burguesía catalana tiene intereses propios y contrarios a la clase obrera y el pueblo de Cataluña, los
hechos cantan, la salida de Cataluña de seis de las siete empresas catalanas del Ibex 35, vuelven a demostrar que ésta es parte de la gran burguesía imperialista española, esa oligarquía formada por la alianza de capitales de terratenientes andaluces y castellanos, de industriales vascos y catalanes. Mostrando que con esta dirección, el “procés”, dentro de esta disputa entre facciones de la gran burguesía española, tiene los límites y la perspectiva de su dirección reaccionaria.

Sin embargo el revisionismo ha llamado a apoyar el “proceso” de independencia de forma ciega y porque sí.
Los argumentos han sido varios, el primero, que Cataluña es un país “oprimido”, se cae por su propio peso. Cataluña es una nación que ha alcanzado un alto desarrollo capitalista, donde se desarrolla un capitalismo monopolista, donde la gran burguesía catalana como parte de la gran burguesía española participa de la explotación de los pueblos del tercer mundo, y no un país donde el proletariado tenga que barrer las tres montañas (el capitalismo burocrático, la feudalidad y el imperialismo).

Otros argumentos de tipo “táctico”, como el que si Cataluña se independiza sería un gran golpe para el imperialismo español, deja de lado que el Estado no se va a dejar perder el 16% de su población y el 19% de su PIB aunque se hagan veinte referéndums y voten el 99% de los catalanes a favor de la independencia. Pero además, ocultan una realidad, que el Estado español ya está en una profunda crisis siendo Cataluña una muestra de esto, para no asumir la tarea principal, la reconstitución del Partido Comunista para iniciar guerra popular. En vez de cumplir con esta tarea, otra vez vuelven, erre que erre, con la “transición pacífica” hacia el socialismo. Primero un Estado Catalán y después el socialismo, o un proceso constituyente para el resto del Estado, donde se “democratizaría” el viejo Estado y habría mejores condiciones de lucha para el socialismo. El hecho, es que por esta vía la clase obrera llega a esa “etapa intermedia” sin Partido, sin
Frente, sin ejército, sin nuevo Poder, es decir sin nada. A cambio unos pocos revisionistas llegarán a puestos dentro del viejo Estado, español o catalán. En definitiva el movimiento independentista en Cataluña, muestra una vez más que sólo la clase obrera con su Partido es capaz y está dispuesta a llegar hasta el final. Que los revisionistas cumplen el papel de poner a la clase obrera detrás de una u otra burguesía. Algunos nuevos revisionistas ya tienen amplia experiencia en esto. Sólo hay que recordar la defensa de Prachanda y sus “tácticas” hasta la capitulación final. Después, lo fácil, hacer leña del árbol caído, que si era una traición, etc.

Lo que los maoístas decimos:

Frente al revisionismo que ha venido sembrando falsas ilusiones, los comunistas llevamos desde el 2011 participando en las movilizaciones por la independencia. Reconocemos y defendemos el derecho de autodeterminación de Cataluña, pero advirtiendo que los grandes enemigos del pueblo catalán son la gran burguesía española y la catalana. Que no se conquista la independencia ni el socialismo con un referéndum. Que con el actual camino por la independencia, en el caso utópico de conquistarla, el pueblo catalán no tiene nada que ganar. Que en la crisis final del imperialismo no es posible ni siquiera el poco de socialdemocracia que promete la CUP, ni en un hipotético Estado catalán, ni en ninguno.

Hemos denunciado el “procés” por su dirección reaccionaria. Es necesario aprender de la historia para que las actuales luchas de las masas y del proletariado no sirvan para volver a reeditar otro “pacto catalán” (1) o caminar hacia un Estado Catalán capitalista, con todas sus las lacras y miserias para las masas y al servicio de una minoría. La represión y la traición de los revisionistas no detendrán la lucha del pueblo catalán. La clase obrera necesita de su Partido Comunista, marxista-leninista-maoísta para preparar e iniciar guerra popular y aplastar toda ilusión de reforma del capitalismo. Lo medular de la guerra popular es el Nuevo Poder, expresándose ya sea en la asamblea popular, los soviets etc., y la garantía de los derechos del
pueblo son el ejército rojo y el pueblo armado, la milicia.
____________________________
(1) En 1975, se hace público el “pacto catalán”. Encabezan el “pacto”: Jordi Pujol, Josep Pallach, Joan Reventós y el PSUC, con Solé-Barberá. Es decir los banqueros, grandes industriales y el revisionismo. El contexto del “pacto catalán” es una profunda crisis política y económica del Estado imperialista español. En la “declaración conjunta” se pide “autogobierno” y “libertades” a la vez que se pide la ley de punto final española aprovechando las luchas por la “amnistía”. El “pacto catalán” tuvo el objetivo de contener la movilización de las masas, dar una salida a sus luchas dentro del orden burgués y negociar el lugar de la gran burguesía catalana dentro de la España “democrática”.